martes, 15 de diciembre de 2009

Nicotina (II)


Se me antoja que te quedes mirándome mientras la nicotina me contamina de ti
Se me antoja que el humo me llegue hasta la pituitaria (o hasta el himen) y me contamine todo el cuerpo
Se me antoja que no sepas dejar de morderte los labios mientras me muero de ganas de besarte
Sin duda, se me antoja que me inhales hasta convertirme en colilla, hasta no ser más que ceniza de un fuego que arde por segundos
Toma tus dos dedos y colócalos en mi cuerpo (donde prefieras) y luego inhálame
Se me antoja la corrupción, la depravación más pura, la seducción, por supuesto, pero, sobre todo, la exaltación de cada uno de mis puntos cardinales
Nicotina y boca viciosa. Fumemos en cojines verdes, hasta el amanecer, convirtámonos en colillas.
Luego, eventualmente, me pisarás

Nicotina (I)

Descubrió que amaba pintarse los labios,


justo antes de encender un cigarrillo.



Sólo así podría dejar la marca de su boca en algún cuerpo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

¿Cómo se titula esto?

Escribo y borro
Reescribo y vuelvo a borrar
Repito esta acción una, y otra, y otra vez
¿Cómo hago para decirte que quiero 17.705.674 caricias y besos?

Juguemos a limpiar pinceles
Juguemos a las cosquillas
Juguemos, simplemente, a que un día de estos no te aguantas y me encierras
Juguemos, como lo estamos haciendo, a jugar que no nos importa

Otro escrito inconcluso... no quiero darle un final contundente a nada todavía.

El cliché, como siempre