miércoles, 11 de noviembre de 2009

Sin título

Ciertamente el abandono ante aquello que consecutivamente juega a ponerme al descubierto fue una decisión más que consciente, más que tomada y más que a propósito. Gracias a un motorizado ebrio y el consecuente latigazo cervical que ocasionó su impacto contra la maleta/ cajuela del carro/ auto donde me trasladaba, recurro entonces a intentar escribir, para evadir el aburrimiento.

Intentar escribir: porque aspirar a ser una gran escritora no es más que eso, una inhalación, un gran respiración que no es de descanso porque agobia. Sé que escribo mejor que el común denominador, pero mi común denominador, mi entorno, quiero decir, escribe mejor que yo. O al menos siente demasiado orgullo como para admitir que pueda ser yo buena en algo. En fin, qué vivan los autosecuestros, los casuales, no los premeditados.

Nos autosecuestramos por amor, y por qué no, por puro teatro. (Grande, La Lupe, como siempre).

Mi también autoinflingida ausencia de aquello que consideré seguro no refleja otra cosa más que lo obvio: valgo medio en un entorno tan volátil y mutante como mi propio estado de ánimo. No hay más que hacer. ¡Y es que uno no puede viajar por un rato, porque entonces todo vuelve a estar patas arriba! O al menos uno lo asume como tal.

Ya está, mis ínfulas de gurú (nunca del sexo) llevan mi cara directo al asfalto (tal como sucedería con el motorizado que me obsequió este latigazo): No eres autoridad de nadie, Patricia. No serás nunca como la Pizarnik, como la Dickinson... incluso como La Lupe, nunca merecerás una escena kitsch, llena de nicotina y labial rojo.

Bah, pero si eso ya lo sabías.... Pero no lo asumía.

Mi relación con los aviones es como la de cierto tango: Amor y odio. Saberse en un nuevo destino y tener que odiar el regreso. No porque regreses a un caos de país, sino porque regresas a un caos de entorno. Pretender creer ciertas verdades por la inseguridad de valerse por sí mismo.

Hay dolores más fuertes que los propiciados por un latigazo.
Cliché... no pretendes manifestarte de otra manera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me ha gustado tu post sin título, tengo poco que añadir más que me he sentido identificada con alguns de las cosas que planteas, yo también he tenido que tomar la decisión conciente de abandonar el blog en más d euna ocasión, aunque la última fue la más fuerte pero despue´s de eso, un par d emeses más tarde he vuelto en otro blog porque no puedo ni quiero dejar de escribir.

a la final, sólo importa lo que pienses de ti y puede que no sea suna "gran escritora" pero puede que sí lo seas dentro de tus propias circunstancias, incluse dentro de tu propio entorno aunque nadie lo admita.

espero que te recuperes pronto del latigazo y que el cuello deje de picarte!

cuídate