domingo, 8 de julio de 2012

Escena de ex-novia psicótica



Yo no entiendo muy bien cómo es que funciona el cosmos. Yo ya he hablado en este lugar sobre el desequilibrio cósmico que existe por culpa de Brangelina (y ni me quiero imaginar la catástrofe que se avecina cuando esos dos tengan su rumbón de matrimonio), pero cada día la lógica universal a mí se me hace como más absurda. 


Resulta que uno siempre está inconforme. Que si estando aquí no quiero estar, que si estando afuera se me explota el tricolor patrio, que si tengo trabajo me da fastidio, que si no tengo trabajo, no tengo nada qué hacer. Error


Yo renuncié a uno de los trabajos que tenía apenas volví de mis andanzas inglesas. Renuncié porque ya no podía más. Renuncié porque eso de trabajar y que no te reconozcan, es como bien chimbo. Entonces los primero días tenía una angustia mental terrible porque no iba a tener suficientes cosas para hacer. Y entonces todo el universo confabuló, y ahora no tengo tiempo para nada. 


Pero eso no es lo que me lleva a escribir hoy. Después del fulano episodio con Picaporte González (cada vez que lo digo suena el "turu ruru turu ruru" de Twilight Zone), he seguido con mis labores de producción, haciendo lo que se puede en un país de dementes donde no hay ni para donar anime. Entonces hacer producción se convierte en una película acompañada por música épica de Hans Zimmer, o en una obra del teatro del absurdo: porque, básicamente, no se consigue nada con facilidad. 


Entonces yo me stresso. Implosiono, a decir verdad, porque no digo que me stresso, y eventualmente, tengo escenas dignas de una exnovia. Es decir, me peleo con todo el mundo, ando de mal humor, nadie me entiende. Es como si estuviera en PMS todo el mes. Terrible. 


Y en uno de esos ataques histéricos, después de haber peleado con un pana (que de verdad, yo te digo, la conversación fue bien bélica y digna de pareja, sólo que en serio es imposible que pase por demasiadas razones), me caché en ese momento ex-novia psicótica. A saber: estaba esperando que el pana pusiera algo en el FB para poder cuaimatizarme más, borraba la conversación que tenía con él en el celular con toda la intención de que "se enterara" de que la estaba borrando.... Hay que ver que uno sí es idiota. 


¿Por qué será, digo yo, que una te hace eso, chico? Una te borra el mensaje de celular, pulsa esa tecla de "delete" y mira esa pantalla con tal odio como si se tratara del botón de autodestrucción del ser en cuestión. 

"Maldit@, maldit@, maldit@. No te voy a responder hasta que te arrastres" (esto va a acompañado de un grito histérico y un leve movimiento de lengua o presión en los dientes). 


Panita, hija de mi vida, mi misma en cuestión: la persona nunca se va a enterar de que estás arrecha con ella a menos de que la dejes de seguir en Twitter o lances una punta por esa vía. Nunca se va a arrastrar.


Sin dejar de mencionar la piquiña adolescente que entra en los dedos por publicar mensajes que a nadie le importa, cualquiera de las vías 2.0 es válida. Pero una te es digna, y sólo se dedica a mirar continua y ridículamente las actualizaciones del perfil, a ver si eres lo suficientemente importante como para que el resto del mundo sepa que tu pana se peleó contigo. Lo que se te olvida en el momento, es que el pana también es digno, y que antes muerto que sencillo, pues. Y no se va a poner como el resto de la humanidad, publicar cosas como: "Hoy es viernes yessss" (sí, sin coma). 


De verdad que la mayoría de la gente tiene un complejo de Rebeca Black por ese BB. Y entonces uno medio se reconcilia con el pana, sólo por el hecho de que no le pone un asterisco a su nombre o la carita con las pestañas, o porque simplemente no anda poniendo esas fulanas fotos de fondo negro con frases de Arjona y Coehlo en Times New Roman. 


Yo de verdad te digo que estoy llegando bajo. O sea, ya como no tengo con quién pelear, me peleo con los contactos del celular, ni siquiera con la persona en cuestión. Diría un sabio profesor de misses: "Psicóticas, todas los son." Y es que no, no te hay remedio, chico. Cuando las cosas no te salen como quieres, no te hay remedio. Pero basta, basta con que a uno algo le salga bien para entrar en pánico. 


Y es que es eso. Estoy como en pánico paralizante. Sustico, para alivianar un poco la palabra. 
Tengo tiempo sin saber moverme para ninguna parte, y por eso mi celular sufre las consecuencias. 



2 comentarios:

Freddy Metal dijo...

Ufff... ¡de verdad que te pones intensa por lo que describes!

Freddy Metal dijo...

Esta bien implosionar de vez en cuando... también estás en tu derecho de golpear con el codo al que tenga la mala suerte de ir a tu lado... "¿por qué me pegaste?"... mmm... me provocó...

Un abrazo, preciosa. Me identifica muchísimo lo que escribiste.