lunes, 26 de noviembre de 2012

Mi momento fabuloso

Ok. Ya va. Espérate un momentico. Yo estoy como si acabara de recorrer toda la muralla China trotando. No tengo aire. Pere, pere, papito (Como diría Andrés López).

Es que resulta que yo acabo de tener un momento Hollywoodense, o lo más cercano a ello. Yo no soy de las personas que viaja y se consigue a Javier Bardem con Penélope Cruz caminando por la calle como si fuesen seres normales. Yo soy de las que se consiguió en su momento a A.5 en el Sambil, porque se la pasaban ahí metidos. Y cuando finalmente vi a Servando y a Florentino, ya no me gustaban (estaba despechada porque Florentino estaba empatado con Cristina Dieckman, y decidí sacarlo de mi corazón. Además lo vi fumando y eso me desilusionó. Con qué moral lo digo ahora). 

Yo no soy de las que tiene fotos con gente que salió en Harry Potter, ni con Jack Nicholson, ni con Johnny Depp. Me encantaría lanzarme algún día una de entrevistadora de famosos, porque esa suerte no la he tenido cuando he viajado. Si yo llegara a conseguirme a una de esas personas en la calle, que me da un patatús. No tengo suerte con las celebridades internacionales ni con las nacionales tampoco. Aunque debo decir que he conocido a algunas por cuestiones de trabajo. 

Pero hoy tuve mi momento más cercano al mundo del glamour, y de qué manera. Maite Delgado me llamó. Me llamó. A mí. 

Aplausos y Risas, poliedro. 

Yo la había contactado para invitarla al programa de radio por internet que estoy conduciendo/produciendo/haciendo-de-todo, y ella, tan cuchi y digna como sus largas y perfectas piernas, me devolvió la llamada. 

Estaría sin menos aire si la historia tuviera un final (más) feliz. Porque ya el final feliz lo tiene desde el principio: esa mujer me llamó. Punto. Ya puedo caminar sintiendo que ella está diciendo que tengo un drapeado en forma de cascada con corte de sirena, y mi falda está bordada con 1500 cristales de Swarosky.  Es una mujer ocupada y no podrá ir al programa, por ahora. Pero la mujer (porque merece cada una de las letras de esa palabra, ella no es una jeva) me llamó para decirme que no podría. Coño, y yo me siento feliz porque Maite Delgado me declinó una invitación a mi programa. 

Porque esa mujer es tan digna y espectacular, que tú le escuchas el "Aló" y ya oyes a todo el poliedro aplaudiendo, ¿me explico? Tú la escuchas decirte que no puede, y tu le quieres besar los pies. Yo hablé con Maite, me dijo que no. Y le agradezco que lo haya hecho, porque no tengo ropa lo suficientemente fabulosa como para conocerla, todavía. 

Ya nos encontraremos. Por ahora, mi momento del día ha sido ver el "Maite Delgado Llamando" en la pantalla de mi teléfono. Eso a uno no le pasa todos los días, y menos cuando está en proceso de edición de la boda de una ex-Miss Venezuela. Mi sitcom se escribe solito día a día. 

A comer jamón plumrose y a comprar un aire acondicionado Premium. No, pana. Un momento así de fabuloso no se deja de compartir. Me siento como Alicia Machado cuando ganó el Miss Universo, con la misma manito en la cara y todo. 

PD: Para quienes no lo saben, mi programa por internet se llama Jarabe de Lengua, sale por www.radiosinprecedentes.com, los jueves a las 2:30 p.m. (Hora de Venezuela). Sí, estoy haciéndome una cuña. 

1 comentario:

Freddy Metal dijo...

¡Te felicito, Patti! ¡Escucharé tu programa este jueves! Saludos desde el Táchira.