sábado, 17 de noviembre de 2012

Timón no baila gaitas


A mí que nadie trate de engañarme, esta Navidad se siente muy rara. No se siente Navidad como tal. Más allá del hecho de que Santa haya vomitado en mi casa, a mí eso del espíritu navideño y el olor a hallacas no me ha llegado. Se siente súper extraño. 

Eso lo vengo sintiendo desde hace un rato, pero hoy tuve una pequeña puntadita de eso que suelo sentir en otros años, y fue porque escuché gaitas. El año pasado, pasé las de Caín tratando de explicar en inglés qué carrizo es un furruco (it's like a drumb with a hole in the middle, a big cane inside, and you have to do like this *movimiento furruquero* to make it work) *leer esto con acento de Sofía Vergara*. 

Este año paso las de Abel para encontrarle la emoción a un año que comenzó en otras latitudes y termina, al parecer, con menos esperanzas. 

Pero entonces venía de terminar una cena familiar, cuando me dio por poner una emisora que transmitía gaitas. Por vainas de la vida, estaban pasando "La Moza" de Maracaibo 15. Mi gaita favorita por siempre y para siempre. Y de un tiempo para acá yo suelo hacer una coreografía (a lo bailarina de intercolegiales) cada vez que escucho esa canción. No lo hice, pero sí me puse a pensar en el poco de escarcha que se debe haber gastado en esas pobres criaturas. 

Asumámoslo con dignidad: La escarcha que sobró en la decoración de mi casa se la dieron a esas panas para que se maquillen en sus competencias. A mí las gaitas me encantan, pero las gaitas de verdad. Y me parece fino el concepto de los intercolegiales, pero, seamos honestos, se fueron... Se desviaron del rumbo del bien y las buenas costumbres desde hace rato. 

Este año ya vi que están versionando "Los Hermanos Primera" de Servando y Florentino. Primero, estoy vieja, porque siempre versionan canciones medianamente viejas o demasiado nuevas. Segundo... eh? Lo único que tienen en común es la nacionalidad. Y que probablemente a los Primera les guste echar un pie gaitero en diciembre, después de las uvas, quién sabe. 

Pero aquello de versionar hasta Danza Kuduro en gaitas es como demasiado, ¿no? Los intercolegiales se están convirtiendo en una versión amateur de Pitbull. Ese pana agarra temas que en su momento fueron un exitazo, les mete puki puki, pone a cantar a Jennifer López, y listo. Se mete un montón de plata. 

Lo que les falta a las eternas ganadoras de estas competencias es decir "Dale", y ya.

Además que todo el tema del vestuario siempre ha sido que si un issue en mi vida. I mean... existe la semiótica, existen los símbolos y los códigos y todo se relaciona. ¿Cómo así que el concierto de un grupo de gaitas empieza con la canción que da inicio al Rey León? ¿Cómo así que las bailarinas están vestidas de Timón, Pumba, las Hienas, Scar, Nala, Mufasa y los monitos que arman ese alboroto al principio? ¿Desde cuándo Simba y Rafiki se parecen a Betulio Medina o a Neguito Borjas?

Yo me quedé en el aparato, mi hermano. Esto pasó de ser una tradición que se basa en un género musical típico venezolano a convertirse en las Nationals, Sectionals and Regionals venezolanas de un show parecido a Glee. Y me imagino que por ahí debe andar una Sue Silvester que les manda a todas a comprarse esos zapatos Capezio y a rebajar y comer lechuga antes de la primera presentación. 

¿Qué pasó con la bonita tradición de bailar gaitas como lo hacían todos los artistas en las cuñas navideñas de RCTV? Así, parado de ladito, echando un pie pa' lante y el otro pa' atrás en constante bamboleo. ¿Desde cuándo la vaina combina con break-dance? Globalización, qué miedito. 

No, brother, yo me quedo con el "Virgen de las Nieves, Virgen de la Paz, estrella que alumbra a la humanidad" de la mejor cuña navideña de todos los tiempos. Yo nunca pertenecí a un grupo de gaitas porque mi colegio era bien aburrido. Pero tampoco les tengo envidia. Me parece muy fino, obsesivo... pero fino. Pero panitas, mantengan la coherencia. Timón nunca echaría un pie con Amparito.

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