miércoles, 12 de junio de 2013

Perfil 20

Yo, de verdad, no tengo tiempo de nada. Las semanas de estreno tienen síndrome pre-menstrual, y por consiguiente, atentan contra tu vida y tu estabilidad mental. No he tenido tiempo ni de respirar, pero igualmente, aquí estoy, evadiendo los clicks de mi computadora de trabajo para desahogarme un poco y liberar toda esta insanidad.

La semana ha sido una completa locura. No ha habido un día libre para hacer algo, y no lo habrá en un buen rato. Estrené hace dos fines de semana (valga la cuña), una obra que me encanta: Alicia a Través del Espejo. Una maravilla. Como es lógico, el número de encuentros para pulir detalles se hizo más frecuente durante los últimos días, y eso, para el resto de la humanidad, es un peo.

Entonces todo converge y hace kaput. Y tienes 32 entregas en un mismo día, y además tienes que estar en 83 partes al mismo tiempo. Y vives en Caracas. Y empieza a llover. ¿Me explico? Las semanas anteriores el ritmo de trabajo estaba bastante llevadero, hacía un calor de puta madre, pero el tráfico no era más neurótico ni caótico de lo normal. Pero en semana de estreno Molière decide jugar con tu destino y burlarse de ti, y hacerte entender, siempre, que el teatro es un eterno presente. Todo lo que nunca te ha salido mal en un ensayo, te va a salir mal en ensayo general o en plena función. 

Y también, este año decido ocuparme, finalmente, de mí misma. Entonces voy al médico, me hago controles varios y me saco la sangre para chequear que todo esté bien. Y entonces todo comienza a derrumbarse cuando te sucede lo siguiente: 

La ciudadana en cuestión entra al laboratorio de reconocida clínica caraqueña a someterse al puyaso vampirezco que le permitirá saber cómo está su cuerpo. Se sienta. 

- ¿Cómo es tu nombre? 
- Patricia Ramírez 

El amigo bioanalista comienza a buscar el nombre de la paciente en una computadora, sin éxito. 

- Patricia Camacho, ¿no?
- Patricia Ramírez. 

El amigo sigue buscando, mientras la susodicha observa que, claramente, su nombre todavía no está registrado en sistema.

- Aquí está. Patricia...
- Sigue diciendo Patricia Camacho. 
- Bueno, ¿y esa no eres tú?
- No, cuchi. No. Me apellido Ramírez, te lo juro por Madonna. Vengo referida por el doctor tal.
- Bueno, pero eso no me lo dijiste. 

La susodicha respira profundo y espera a que su nombre y apellido aparezcan en el sistema. 

- ¿Y por qué estás aquí? 
- Bueno, porque estoy referida por tal doctor, y me estoy cuidando... Pero eso no es tu peo, amigo. 
- ¿Cuidarte? Pero si tú eres tan bonita. A mí me gustan las gordas bonitas, así como tú. 

Cuchi, mi rey. Detente ya. No me gusta que me digan gorda, yo sé que lo soy, pero no me gusta. Detente.

- ¿Sabes? Tú no necesitas cuidarte. Tú eres muy bella. Pero a mí las gorditas lindas como tú no me paran, porque dicen que soy demasiado falso. Por cierto, soy asistente personal de Roque Valero y Hany Kauam. 

Buena forma de venderte, amigo. 

- Mmmm... qué bueno. ¿Cuándo estarán listos los resultados? 
- Pero espérate. Fíjate que a mí me caen unos culos súper ricos, pero yo no les paro, porque a mí me gustan como tú. Mira esta tipa. (El amigo procede a mostrar foto de una Diosa Canales wannabe. La susodicha intenta usar su poker face). 
- Mmmmm... Imagínate. Los resultados, ¿tardarán mucho? 
- No, esta misma tarde los tendrás listos. 
- Perfecto. Buenas tardes. 
- ¿Tienes Pin o Twitter? 
- No, amigo. Yo no soy tecnológica. (Saca su Iphone para dejar en claro el rebote). 

Amigo querido. Mentira, no eres querido porque me caíste bien mal. Te me guardas el chanceo para cuando no tengas una aguja cerca, y para alguien a quien, en verdad, le interesen esos artistas y tu capacidad de levantar jevas llenas de silicón. No, Dios no le da cacho a burro. A mí me gusta Fito Páez y gente que hace música fina. Y no me gustan los pantalleros. Y te me soy natural de pies a cabeza. Guárdate las frases de conquista de arepera para el respectivo local, y no para un laboratorio lleno de pacientes. Chévere que te gusten como yo, porque hay para todos los gustos. Pero, gordito, ¿de verdad crees que decirme que te levantas culos que están más buenos que yo es una estrategia coherente? ¿De verdad crees que agarras a alguien diciendo que eres asistente personal de un artista o dos? Ay, mi cuchi, es que... te explico... Yo soy actriz (en construcción, pero actriz al fin) y aunque no me conozcas, yo sé cómo se bate el cobre en el medio. No me interesa que te la des del rey del arroz con pollo contigo, porque, te cuento... Eso conmigo no va. 

Lee un ratico. Escucha música buena. Haz comentarios coherentes y guarda la pantalla led que tienes por personalidad. Y después hablamos. Además, eso de caerle a alguien en tu lugar de trabajo, es bien raro, ¿no te parece? Eres un galán de arepera otoñal súper camisa blanca (básico, pues). Y yo estoy ocupada. Y no tenía maquillaje puesto ese día, así que dudo que me viese despampanante. Y no, caerle por Twitter a alguien no es mi estilo. Chaito, mi rey. Soy una mujer bien ocupada y tengo cosas que hacer.

1 comentario:

Freddy Metal dijo...

Ufff... ¡golpe bajo a los "Romeos" de tercera!

Un abrazo desde el Táchira, linda.