domingo, 27 de mayo de 2012

Un regalito de fin de semana







Todo está demasiado politizado. Todo, absolutamente todo termina en hablar en pro o en contra del presidente. De la inseguridad, de cuánta gente han robado, matado, etc. Y yo estoy un poco ladillada del asunto, pues. 


Por eso cosas como las que viví hoy, me alegran la vida. Fui al teatro a ver una obra maravillosa, llamada "12 Cosas imposibles antes del desayuno.", basada en Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del Espejo, dirigida por Jericó Montilla. Una gloria de obra, debo decir. 


Tenía tiempo que no veía una de esas fritangas que disfruto tanto. Algo tan completo, tan correcto, tan circularmente perfecto. Un trabajo bomba que creo que todo el mundo debería ver. De verdad. Es de esas cosas ricas que no hablan sino de un clásico, muy bien hecha, concebida y con una estética que te somete a vivir el absurdo que vive Alicia. 


Yo la amé. En serio. Lo único que no me gustó fue no formar parte de ella (actuar, porque al ser público, ya se es parte de una pieza), porque teatro como ese hace falta en esta ciudad. Cada quien con sus gustos, pero yo me voy más por el arte que reta al pensamiento que por reírme porque alguien diga "coño" y "orgasmo". Eso no va conmigo. 


Y de verdad que yo no le chupo media a (casi) nadie, porque soy bastante difícil de complacer. No es que yo sea Meryl Streep, ni que tenga demasiada moral para decir algo y que se me tome en serio. Para que eso pase falta mucho por recorrer, pero de verdad me parece que es una pieza brillante que todo el mundo debería ver. Para salirse de la zona de confort del teatro que sólo proporciona risa. 


Si puede, vaya a verla. Está en el CELARG y la próxima semana ya se acaba la temporada. Así que aproveche. Regálase un momentico frito en su vida, que de esas locuras todos necesitamos. Porque todos estamos locos. 

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