lunes, 22 de agosto de 2011

Un India en el Primer Mundo



Recuerdo que una vez, cuando estaba en la universidad, montamos una obra sobre Andrés Eloy Blanco. El asunto fue multitudinario, porque todo el grupo, o buena parte de él, participó en la puesta en escena, desde lo que llevaban dos meses, hasta los que tenían mil años en la agrupación. 


En algún punto, una de las actrices que personificaba a uno de los Angelitos Negros de nuestro insigne poeta, no pudo seguir participando y me pidieron que la supliera en el personaje. Y ahí fue cuando tuve uno de mis primeros encontronazos con la realidad teatral: "No me convence demasiado que lo hagas, porque tú no eres negra. Eres india." Es decir, no estaba en casting. Sin embargo, y luego de horas de sometimiento a un rizador de cabello, logré hacer el personaje de la mejor forma que pude. 


Pues bien. Sí. Soy india. En realidad soy una mezcla de gocha, con oriental y caraqueña. Te soy toda una venezolana. Lo que me falta es el llano y El Callao, pero tengo una mezcla bastante completa que no tiene como ascendentes inmediatos ningún familiar de Cristóbal Colón, del panadero portugués de la esquina o del pana que hace las Crepes en Café Noissete en Los Dos Caminos. 


No, yo soy bien criolla. Gocha, oriental y caraqueña. Mi madre es de los Andes, mi padre de Caracas, y mi abuela paterna de Barlovento. Mi Nana, mi abuela materna, también es de los Andes venezolanos. 


Pero tengo pinta de india pues. Al mejor estilo de lo que descubrió el primer mundo, pero un poquito más gordita, de acuerdo a las pinturas que salen en todos los libros de primaria. 


El hecho es que esta India se va para el primer mundo a descubrirlo. Sí. Esta india se va a ver eso que inició nuestra cultura. Y se va a estudiar inglés. 


Finalmente, después de demasiado tiempo, parece que el plan está tomando forma, así como también toma forma el remolino de emociones que estoy teniendo en este momento. Tal vez sea por el SPM, tal vez sea porque soy una llorona sin remedio. Pero soy una maniaco-depresiva en potencia, y lo seré por los próximos 30 días, como mínimo. 


En pocas palabras: Brighton, allá voy. Espérame con tu mejor nieve y tus mejores hojas de otoño, porque lo que te viene es, básicamente, una india que sabe bailar salsa, tambor, merengue, reggeaton y hasta bolero. Lo que te viene es una invasión indígena. 


Lo que me viene, desde ya, es un sueño que tengo desde chiquitica. Y no. No sé cómo es que se maneja el asunto cuando los sueños parece que se van a hacer realidad. 


God save the Queen. O God save the Beatles. Lo que más aplique. 

PD: Harry (no Potter), si lees esto, considera que más romántico que casarse con una pana X inglesa, como tu hermano, es tener una relación con una gordita latina que te enseñe cómo es el asunto del guaguancó. Sé que estás soltero. Espérame. 

2 comentarios:

Lore dijo...

Que te vienes a las Europas, carajo!!! y sí, ya ves, hay sueño sque se hacen realidad... sólo que a veces nos empeñamos mal (no es el momento, no es lugar o no es la persona). En fin, whatever, esta vez, sucederá. Y nos veremos en algún café europeo y nos tomaremos ese café, ese vino, o lo que se nos venga en gana. =D

Anónimo dijo...

Congratulations! You go girl!!