jueves, 28 de julio de 2011

A mis 25

En estos días, no sé a cuál canal le dio por pasar "Jamás Besada." La típica película romanticona de una mujer que está "en búsqueda" de sí misma y al final termina feliz.


Puede que este post sea muy parecido al que publiqué en estos días con respecto a Hollywood y sus clichés. Sin embargo, pretendo abordar otro tema.


El asunto de esta producción cinematográfica es, como siempre, más que predecible. Recuerdo que la vi cuando estaba chama, como en octavo grado. Era una pitufa todavía, pues. La típica historia de la mujer soltera, que no está feliz con su trabajo y de repente, al son del Bibidi Babidi Bu, aparece su príncipe azul en medio de una tarea secreta que al final se descubre...


...no la perdona...
...la perdona...
¡Beso!
...y vivieron felices para siempre.


Cuando la vi, a mis escaso teen años, recuerdo que me llamó la atención (básicamente porque todavía nadie me había besado) porque, ingenuamente, pensé que dentro de tantísismos años, yo iba a ser una gente grande que iba a encontrar el amor de su vida.


Pues resulta que la protagonista de la historia y yo tenemos 25 años. Y a mí me embaucaron.

Primero, porque ¿quién carrizo dijo que a los 25 años uno ya es gente grande? ¿Qué clase de proyección absurda es ésa de la vida?


Segundo, esta pana tiene que si un cargo bien fino, porque es editora de un periódico, no es pasante ni recoge cables. ¿Quién tiene su vida definida a los 25?


Tercero, ¿por qué diantres Hollywood se empeña en mostrar a los adolescentes de "secundaria" como si fuesen modelos de Calvin Klein?



No, mi amor. La vida no es así. El argumento de la peliculita es absolutamente inverosímil, porque, básicamente, ¿quién se va a creer que yo a mis 25 voy a volver a mi colegio de monjas y nadie va a sospechar que tengo esa edad? Una te engorda, una te saca ojeras, una te tiene cuerpo y mentalidad diferente. O los gringos tienen ADD, o simplemente no les dieron Wampole cuando eran chiquitos.


Además, eso de que no superas que fuiste una "loser" en el bachillerato y quieres volver por una segunda oportunidad... Yo te digo de verdad. ¿Quién, en su sano juicio, volvería al colegio a calarse tanta pendejada, habiendo vivido un poco más? Drew, mi amor, perdiste el tiempo en pendejadas si lo que te importa todavía es lo que dicen de ti en el colegio.


Ok, yo entiendo que el tema del bulling en los United es fuerte. Pero, gordita, saliste viva del "High School". La única frustración que puedes tener es que no te tocó  Zac Efron como compañero de promoción (y me perdonan la pedofilia, pero ese niño tiene un abdomen en donde se pueden lavar todos los trapos).


Y además el tema del amor. El fulano amor. Ok, puede que yo hable desde mi guayabo por soledad y mi verano azul intenso. Vale. Pero, ¿de verdad ese profesor es así de torombolo que no se entera? En serio, ¿cómo es que no sospecha que el único ser inteligente de todo este colegio puede tener su edad? Si así son los profesores, ahora entiendo a los alumnos con ADD.


Y ahora sí viene la extrapolación al contexto criollo. Pongamos, en un universo nefasto, que alguna venezolana decide regresar encubierta a su colegio para evaluar la fauna contemporánea que allí habita. Pongamos que no la descubren. Pongamos que se enamora de algún profesor que sea guapo (ya se va volviendo falsa la cosa). Pongamos que la pana, como sucede en la película, le pide perdón y le dice que la bese "por primera vez" antes de empezar un partido de béisbol...


Y... aquí ya se cae toda la cosa. O sea... Un partido Caracas-Magallanes, y esta mujer va atrasarlo para que la besen. Veo los vasos y las botellas lloviendo. Veo la burla. La veo.


Y ponte que la dejen embarcada (porque eso es lo que pasaría en la vida real).


Pues lo publican en lapatilla.com como titular de máxima importancia y última hora. Justo al lado de algún desnudo rutinario (y al parecer más importante que cualquier otra cosa) de Diosa Canales.


No, de verdad que eso no aplica.

Lo único que puede ser verosímil de esta película de rubias (porque siempre son rubias, o la mayoría del tiempo.) es la desconfianza del jefe en el ejercicio laboral de la protagonista.


En resumidas cuentas. Niños del mundo, les tengo una noticia:


La hermana mayor de 25 años no es una mujer hecha y derecha, no tiene la vida clara, probablemente no sabe quién es ni qué quiere, y no... Nadie la va a ir a besar en medio de un partido Caracas-Magallanes o de la Vinotinto. 


Lo que pasa a los 25 es que te estás encontrando. Que ya tuviste tiempo de asumir que te graduaste, que capaz (si tienes suerte) estás ejerciendo en lo que quieres, y entiendes, finalmente entiendes, que tiene que existir un momento en la vida para ser fiel a ti mismo. 


Por eso no vuelves al pasado. Por eso no te vas a dar una "segunda oportunidad" con nada ni con nadie. Porque entiendes que lo que no funcionó no se puede forzar, aunque duela. Que no quieres ser adolescente sino empezar a aprender a ser coherente (no adulta, eso es de gente aburrida). 


Lo que sucede a los 25, es que llegas al primer cuarto de vida importante. Y entonces te preguntas qué vas a hacer para llenar todos los vacíos de tu vida. 


Y probablemente, al día siguiente, todo lo que afirmas se convierte en una negación rotunda. 

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